miércoles, 29 de diciembre de 2010

La fuerza de la suavidad


Tanto he escuchado últimamente de guerra… de violencia, de indiferencia, de falta de lealtad y de carencia de valores… que me propongo seguir un camino diferente… talvez sea productivo empezar a contar lo que si tenemos, y compartimos… y dejar de lamentar lo que no poseemos o hemos perdido…vamos a crear en lugar de criticar.

El primer paso es darnos la oportunidad de mirar hacia dentro de nosotros mismos y convencernos que quien se encuentra en nosotros, no es otro, no es ajeno, ni extraño, es un ser humano, que siente, que ama, que llora, que necesita, ternura y comprensión.

Pensando en esto recordé una fábula de Esopo que dice así:

El sol y el viento discutían para ver quien era el más fuerte; El viento decía: ¿Ves aquel anciano envuelto en una capa? te apuesto a que le haré quitar la capa más rápido que tú

Se ocultó el sol tras una nube y comenzó a soplar el viento, cada vez con más fuerza, hasta ser casi un ciclón, pero cuanto más soplaba, tanto más se envolvía el hombre en la capa.

Por fin el viento se calmó y se declaró vencido, y entonces salió el sol y sonrió benignamente sobre el anciano, no pasó mucho tiempo hasta que el anciano, acalorado por la tibieza del sol, se quitó la capa.

El sol demostró entonces al viento, que la suavidad y el amor de los abrazos, son más poderosos que la furia y la fuerza…

¿Cuantas veces en este año hemos sido como el viento, usando la fuerza de la violencia en nuestro diario andar?

¿Cuantas veces hemos cerrado el corazón, y no hemos escuchado la voz interna que nos dice perdona, da el primer paso, transforma tu realidad y lo que no te hace feliz, cámbialo?

Ciertamente la violencia y la necedad la imponemos a nosotros mismos, en primer lugar, aferrándonos a relaciones y situaciones que nos anclan, y nos limitan, llenando nuestra vida de miedos que se van transformando en los demonios internos, que nos dicen a cada paso, tu no puedes, no eres capaz, ser feliz no es para ti, no mereces lo que tienes, eres un inepto, eres un fracasado… y tantas frases llenas de rencor… entonces como una tempestad, estas frases las empezamos a usar, casi sin pensar en nuestro entorno, con nuestra familia, hijos, amigos y pareja… el resultado es un mundo lleno de amargura, donde el alma se enferma, y ya no encuentra paz, lo que genera más miedo y todo se vuelve un círculo vicioso de destrucción…

¿Ahora que pasaría en tu vida, si en lugar de ese monologo cargado de amargura, y desesperanza, lo convertimos en un Dialogo interno de reconciliación? aceptando la responsabilidad de nuestros actos, apoderándonos de nuestra vida nuevamente, y comenzamos por cambiar la primera visión de nosotros mismos… ustedes me dirán ¿cómo es eso posible? pues con una sonrisa… sí, parece muy simple, pero dime ¿hace cuanto no sonríes para ti mismo, contigo mismo y por supuesto con el mundo? Hoy inténtalo, respira profundo mírate a los ojos y sonríe… recuerda “una sonrisa todo lo puede, da el primer paso, el mundo es tuyo y la vida es hoy”

comencemos el año... juntos...