martes, 30 de noviembre de 2010

SER Y ESTAR

“Ya sucedió” sonó la voz de mi madre al otro lado de la línea telefónica, mi corazón por un momento se detuvo, o quizás fue el tiempo… aún no lo sé… recuerdo aquel instante vagamente, porque no lo mentalicé, solo lo sentí, ese sentimiento de flotar en el aire me duró varios meses, era yo… y al mismo tiempo no.

Mi cuerpo accionó como lo tenía pensado, pregunte el lugar exacto donde nos encontraríamos… me encamine a tomar el taxi, estaba en medio de la calle, algo más fuerte que yo, unos minutos antes me dijo, toma tus cosas y sal de tu casa…
Fue aquella voz, que siempre me acompañaba, y que se hizo más que audible… yo simplemente iba al encuentro con el destino, justo al medio día.

Recuerdo las ambulancias, afuera del estacionamiento en la plaza comercial, la policía, lo había cerrado, un remolino de personas ajenas a mis pensamientos, se asomaban curiosos, tratando de averiguar que pasaba… mientras yo sabía,que ya nada se podía hacer…

“Mi padre había muerto”

Los flashes de las cámaras y el zumbido de las voces, me distrajeron por un momento
Como regresándome a poner los pies en la tierra… recordé en ese instante, todas la veces que se despidió de mí diciendo “si Dios Quiere”… y ese día exactamente Dios quiso… y se cumplió su voluntad… no solo la de Dios también la de mi padre

Quien muchas veces me dijo “Quiero terminar mis días entero, viviéndolo como si fuera el último” su corazón lo escuchó…

Entonces como en una cascada… comprendí la importancia de los detalles, de las cosas pequeñas de todos los días, que ahí mismo tomaron su justa medida y dimensión, su mirada, su sonrisa, su voz, sus manos… su andar tan peculiar… y hasta su olor…

En unos momentos más estaría frente a él… y aprendería la lección del SER y el ESTAR

Al pasar los días, regresando a casa en el auto… me detuve a un lado del camino… y di un golpe sobre el tablero, con todas mis fuerzas, diciendo en voz alta… “como quisiera que ya hubiera pasado el tiempo, voltear a ver este momento, y saber que sucedió por algo más grande, y más importante.”

A dos años de este suceso… así es…

Porque hoy comprendo, perfectamente lo que sienten mis hermanos, veo a mí alrededor miles de familias viviendo un duelo, veo a México entero de luto…
Contando los muertos por miles, en medio de una guerra de nadie y al mismo tiempo de todos, concientes o no… somos los dolientes… los huérfanos, los desprotegidos, las viudas y las familias llenas de pena… por los ausentes, los que no tuvieron la oportunidad de decidir, que SON y ESTAN porque nuestro corazón late.

Pero este México, no solo está de luto, también está decepcionado, está en una profunda depresión y no precisamente económica, es una depresión, arraigada en las entrañas de nuestra sociedad, es la incertidumbre del mañana, el desasosiego, y por lo tanto el miedo.

Ahora ya no piensan… “les paso a ellos”, ahora nos pasa a todos, desde que salir a trabajar, a la escuela o ir por el mandado, y ya no regresar con vida al hogar, se volvió una posibilidad real, desde que la vida cotidiana esta teñida de rojo… y donde diariamente, como parte de esta decadencia, se trama aún más, acrecentar la impotencia, pues se pretende que todo quede en silencio, que nadie exclame su dolor, que nadie pida justicia, que nadie se levante para hacer lo único que nos queda, demandárselo, a quienes les hemos conferido el honor de dirigir esta Nación… o acaso ya se les olvidó que en su juramento exclamaron…

“Y si así no lo hiciere, que la nación me lo demande”

La Nación por principio moral, no solo por nosotros, sino por las generaciones que vienen detrás, debe Demandar que cumplan, pues es a nosotros, los Mexicanos de hoy, a quienes nos toca, no una revolución, nos toca crear la RE-EVOLUCION del pensamiento y el orden social Mexicano para regenerar esta Patria noble y cambiar la visión del futuro… en nuestra casa, en nuestra ciudad, en nuestro estado, en nuestro País… ¿Cómo? Asumiendo el compromiso con esta historia de vida, no de muerte

Sumando esfuerzos, y no guardando silencio, porque bien dice el dicho “El que calla otorga” y la verdad yo no pienso otorgar ni un minuto más de mi preciada existencia, a truhanes, mercenarios, ni seres sin escrúpulos, que se ostentan como sucesores divinos debemos decidir que queremos, la rueda gira y el 2012 está a la vuelta de la esquina

No sé tú, pero “Yo quiero una patria, donde cada uno de nosotros podamos decidir, terminar nuestros días, habiéndolos vivido al máximo” y no porque alguien decidió que estamos en una guerra donde el enemigo invisible, “El Miedo” tiene que llevar la ventaja… si tienes algo que decir yo quiero escucharte… “Porque México eres tú, y tú eres México”
Comparto tu dolor, y comprendo tu impotencia, pero es hora de poner lo aprendido en práctica… “Hagamos de México, el pueblo de los guerreros de la vida”

viernes, 19 de noviembre de 2010

Sonata de Medianoche



Hay sinfonías de dos,
Hay amores, hay fracasos,
Hay ilusión y pasión,

Hay amantes de cuidado

Si yo tuviera en el genio,
Escribir la melodía
De la primera vez que te vi,

Llenando la vida mía,
Sonata de medianoche,
Sin duda la llamaría,

En tiempo exacto llegó,
Aquel beso prometido,
Una redonda en el aire,

Colmándome de suspiros,
Blancas y negras golpeando,
El pecho con mis latidos,

Fusas y semifusas,
Brotan al fin de tus manos,
El mundo en un calderón,

Cuando amanecí en tus brazos

Pero el silencio llegó,
El bemol, el sostenido,
Alterando la pasión,

Al continuar el camino,
Cada quien en su lugar,
En pentagrama distinto,

Más donde quiera que posen,
Tus sentimientos y oídos
La soledad no contó,

Con el bendito latido,
Que eterniza este amor,
Y lo convierte en sonido.

martes, 9 de noviembre de 2010

Vision Mortecina


Andas,
pálida blanquecina,
lustrosa piel de parafina,

con tus manos que no son,
con tus pasos que no suenan,
con los sueños que se van,

y las mañanas que no llegan,

Andas,
de silencio engalanada,
de vientos gélidos
y nubes cargadas,

tu presencia es esperada,
pero no bien recibida

Nadie,
te pregunta niña,
si te place la encomienda,

Mientras luchan por su vida,
en esta triste contienda,
donde te sabes triunfante

Espiral de luz argentina,
hoy yo vengo a saludarte,
muerte que en mi ser habitas,

Hasta el día que deba acompañarte,
seguiran fluyendo estas mis letras,
como fluye la tinta de mi sangre,

Muerte y vida, cielo y carne...