martes, 19 de abril de 2011

Fuego Nuevo



A mi vida tu has llegado
como huracán, en abril
arrancándome de raíz
Los restos muertos de ayer

No dejas ya nada en pie,
ni me permites huir...

Díme que puedo hacer,
si ya no tengo sosiego,
son esas nubes y el cielo,
que te traen de vuelta a mi...

eres un temporal,
que me grita noche y día,
deja el pasado,olvida,
que es hora de florecer...

desnuda ya sin prejuicios,
convertida en campo abierto,
me he vuelto caricia eterna,
he podido renacer...

a tu paso de tormenta,
le seguirá lluvia nueva...
vas a colmar mis ríos,
con agua de manantial

hasta confundir las formas,
en nuevos amaneceres,
encenderemos hogueras,
en el fuego natural

sábado, 9 de abril de 2011

Cancun: relato de una ciudad sin X


Ayer... trataba de encontrar mi identidad, para compartirla, no crean que perdí mi IFE, lo que sucedió fue algo mucho más estremecedor… me dí cuenta que para poder convencer a alguien, debo apelar a sus más hondas raíces… ¿De dónde salió esta inquietud? del reclamo legítimo que tenemos, en la ciudad donde vivo, para que a nosotros ciudadanos Mexicanos, se nos escuche y se nos tome en cuenta

¿Les suena conocido el argumento? Creo que sí… a todos… pero hoy no vengo a explicar, el por qué lo merecemos, ni siquiera vengo a cuestionar el por qué nos sentimos, fuera de todo contexto de mexicanidad, socialmente abandonados, y huérfanos de identidad.

Hoy vengo a compartir con ustedes porque soy mexicana, y quizás en el trayecto pueda convencer también a mis hermanos,de que también lo son, a ellos... los que cada día viven, luchan y trabajan en esta ciudad llamada Cancún, que nos dió la oportunidad de vivir y de crear una historia diferente.

Yo nací, en Jalapa,Veracruz... que debí escribir con X y ya verán por qué, esa letra nos define, como decía el libro de español de 1ero de primaria… una lección que jamás se me olvidó… porque en su sonido lleva nuestra primera raíz, con sus tres fonemas es la voz que nos contiene.

A mi, ya no me tocaron los libros, que traían aquella hermosa mujer morena que sostenía la bandera… me tocó el cambio en 1978, cuando el sr. Presidenteen turno dió al libro de texto gratuito un semblante nuevo… y ahí empezó todo… un mar de contradicciones…

Se formuló el emblema Hecho en México, con la cabeza del águila y aquel slogan que decía “lo que esta Hecho en México está bien Hecho”, eso decía…

Sólo que... por las fronteras empezaron a entrar cada vez más productos de otros lugares, que llamaban fayuca, así las industrias Mexicanas en vez de ser innovadoras se convirtieron en maquiladoras y miles de personas migraron a las ciudades del
norte del país a buscar la oportunidad, el paso al territorio del vecino fue lógico…

empezamos a exportar materia prima y mano de obra… los peregrinos, de su patria, se volvieron migrantes clandestinos… pero se llevaron la X con ellos… y el águila también.

Un día... descubrí que mi facilidad para aprender lenguas extranjeras, me abría otras puertas, y yo misma emigré pero no al norte… sino al sur, a una ciudad nueva que se llama Cancún cuando llegué era 1992… Hace ya 19 años

Comencé a trabajar… y el mundo apareció ante mis ojos, como el turismo es la fuente principal de empleo en esta hermosa ciudad, me adapté a sus tiempos y sus horarios los cuales requieren de mucha responsabilidad y mucha actitud de servicio (olvídate de fines de semana y de días festivos, y sabes a que horas entras, pero no a qué hora sales)

Y sorpresa, en mi entorno no se hablaba casi en español, desayunábamos hamburguesas, cenábamos sandwiches y tomábamos leche importada… todo era importado, absolutamente todo, hasta nosotros, los trabajadores, que veníamos de cada rincón de México, y también de otras partes del mundo.

Jóvenes en su mayoría,con muchas inquietudes, pero migrantes, como las aves, veníamos por temporadas, hasta yo lo llegué a pensar así, aquí celebrábamos el 4 de julio, porque el 16 de septiembre pasaba sin pena ni gloria, y del 20 de noviembre ni quien se acordara, la X estaba por borrarse de nuestra memoria colectiva, y entonces llegaba la navidad…

La familia que casi nadie tenía cerca, pesaba y pesaba mucho… tanto que pasada la temporada de fin de año, mas de la mitad se regresaban a sus casas… otros nos quedamos, y en vez de regresarnos hicimos que el mundo girara, y la familia viniera con nosotros, así llegaron padres y hermanos.

Entonces, ya no nos fuimos, poco a poco empezamos a recuperar la X junto con los vocablos en lengua Maya… Uxmal,Yaxchilan,Sunyaxchen... ellos los legítimos pobladores, herederos de esta tierra sin duda más fuertes que nosotros los mestizos, aguantaron y nos enseñaron el amor a sus tradiciones, pero faltaba algo, todos sabíamos que Cancún aún no era México, no había mercados, ni se comía nuestra comida.

Así empezamos a traer carnitas de Michoacán, picadas de Veracruz, pozole de Guerrero, tlayudas de Oaxaca, cemitas de Puebla, tortas ahogadas de Guadalajara, el colorido de Chiapas, empezamos a ganar terreno y el picante llegó, el habanero, el jalapeño, el chipotle, el chile de árbol, el guacamole, indispensables para nuestra cocina.

Pero la ciudad seguía siendo fría, los centros de reunión seguían siendo los antros, y los bares, el paseo... era salir a la playa,ir al único cine o asistir a misa en la única iglesia que había… del parque mejor no hablamos… la identidad cultural estaba perdida.

Seguía faltando algo… aún Cancún no era México, porque aún no la queríamos, no era nuestra ciudad, seguíamos sintiéndola, prestada.

Entonces… como un milagro, nació el primer cancunense de nuestra sangre… y empezó a decir soy de Cancún donde el mar es azul turquesa, y los pececitos hacen ¡bu!, donde vamos a la isla en barquitos, y donde… "Entendimos que era su tierra…" y la nuestra también, por fin había Mexicanos en Cancún, que serían orgullosos, de su Patria, de su mar y de su sol… y sobrevivimos Wilma aquel huracán , que nos cambio perspectivas… la ciudad había quedado en ruinas… muchos se fueron, nosotros no, ya era nuestra ciudad y entre todos la levantamos, poco a poco cada día.

Y nos descubrimos de nuevo... Mexicanos, hermanos solidarios...

Hoy aduéñate de Cancún, hermano, que es tan nuestro como el sol y el mar azul, vamos a enseñarle ¡a ser Mexicano¡... Yo, llegué a esta conclusión...

Somos "Un pueblo escogido, en busca de nuestro destino, vamos caminando juntos, para encontrar un lugar, “dónde el águila parada en un nopal se devora una serpiente, esa será la señal…”

Somos “Un pueblo escogido, ombligo del universo que del cielo ve bajar una serpiente emplumada de gran colorido, que se llama Kukulkán”

Somos "Un pueblo escogido sabedor de sus verdades, porque aunque crean que está perdido, aun podemos levantarle…"

Somos "Un pueblo escogido donde la palabra de honor existe, donde la promesa vale, donde detrás de un ideal, va un pensador, un poeta o un artista, un trabajador, un estudiante, un ser humano constante y comprometido"

Somos "Un pueblo escogido, donde la música se vive, donde la guitarra suena, donde la marimba canta… donde el arpa y la jarana y el mismo mariachi baila."

Somos "Un pueblo escogido donde hay una sonrisa franca, donde un apretón de manos, se prodiga como un abrazo, donde mi casa es la casa de cualquier hermano… emigrante, errante, cansado…"

Eso yo quiero enseñarle, a Cancun y dejarle de herencia a mis niños, porque eso yo aprendí, y por eso me siento orgullosa de ser adoptada en Cancún y Mexicana hasta la pared de enfrente.

viernes, 8 de abril de 2011

Compartiendo Calle y Camino


Parece que fue ayer que llegaron a mi, las primeras propuestas para enseñar… empecé estudiando teatro desde los 15 años, mientras cursaba la prepa, pero sabía que en las artes escénicas seria difícil mantenerme, pues en mi familia me apoyaban mientras esto no significara que iba a mudarme fuera de casa.

Entonces, faltándome un año para graduarme en lengua francesa, del CEIE de la Universidad Veracruzana, me ofrecieron mi primer trabajo, que no lo podía contar como tal... porque no había remuneración económica… era voluntario.

Aún escucho a mi entrañable amiga Martha Ortega Alarcón… antropóloga social… hacerme la propuesta que me conectó con un mundo desconocido para mí… “LA CALLE” y empecé a entender lo que es ser peregrino y compartir el camino con los demás…

Hace unos días en Twitter y en los noticieros se referían a los blogs y desplegados que enmarcaban “La generación del NO” , “La generación perdida” hablaban de los “NINI” se referían a ellos como los sin futuro… los sin nombre… y los recordé… ¡Sí… yo conozco sus nombres!

Entonces empezó un análisis de la situación, donde lo único que no se decía eran los porqué… mucho menos como se podía hacer algo. Pero yo si sé como… yo lo hice y si alguien más lo ha hecho, va mi reconocimiento a ellos, a los que como yo compartimos “VIDA CALLE Y CAMINO”

A los cientos de profesores voluntarios, asesores educativos y comunitarios… que laboran en la sombra de instituciones como: INEA, CONAFE, DIF, IMSS, que después sirven de catapulta electorera, para sus dirigentes y donde son todos ellos… los que hacen el trabajo duro, sin grandes loas ni festejos, que cumplen con la encomienda, aunque no sea reconocido su empeño, entregando un pedazo de su corazón, y a veces solventando de su mismo bolsillo, para mantener cada Aula prestada… son ellos quienes en cada “Hombre, Mujer, y Niño... que se acerca siembran la esperanza de aprender a salir del hoyo”... “donde ni los bueyes entran porque es peor que la barranca”… estamos en los cinturones de miseria, en las ciudades perdidas, llegamos a donde a veces ni la policía entra... Andamos en la sierra entre los cañaverales y en la pizca de lo que sea… buscando campos de peregrinos, que cambian cada tres meses de lugar y de cultivo

¿Qué empuja a los niños a salirse de la escuela?... Primero que nada es el hambre… la pobreza y la marginación, viene después la discriminación… sí señores muchos son discriminados por su condición social y económica y dirán algunos ¿cómo puede ser si asisten a la escuela pública? claro está, donde la escuela existe… (donde no la hay también la hemos inventado).

Son discriminados por no llevar el lápiz, o el cuaderno o el uniforme (que no es obligatorio, pero como los señala... si no lo portan) los discriminan por no ir limpios… (pero cómo bañarse diario si no hay agua corriente, ni para lo mas elemental) por no llevar zapatos y usar chanclas (los mas afortunados,pues algunos van descalzos)

Sufren de hambre y también de sueño, no debido a que ven televisión (pues la luz eléctrica ni a su colonia llega) ¡no! Es por que son hijos del señor pepenador, del diablero, del albañil, del maistro pintor de brocha gorda, que apenas llega a chalán, de los millones de obreros que tenemos en nuestro país, a los que un día ya no les alcanza para comer, menos para mandarlos a la escuela.

¿Y qué quieren que hagan? Se salen de la escuela… para ponerse a trabajar… algunos alcanzaron llegar a 3ro de primaria… sus padres…a veces ni eso. Y les duele… les duele el abandono y la incertidumbre.

Entonces aparece la banda, primero los chavos de la cuadra que trabajaron y consiguen unos pesos, que nunca son suficientes y lo gastan en la primera chela, para ser parte del grupo... (hoy fueron chelas… mañana mariguana… después prostituirse, robar autos… de ahí a las peleas callejeras por territorio, el siguiente paso… no está lejos… echarse un fulano al plato)

Pronto están en medio del narco menudeo, y de la pandilla, dinero fácil, que compra comida, que compra tiempo. y pierde conciencias… entonces "La Escuela" también se pierde, desaparece de sus necesidades... se vuelve inútil

“No hay peor corrupción, que la que acaba con la inocencia de un niño, que siembra la incertidumbre del mañana, y cuando el mañana llega... es aun más cruel y desolador”.

A mi me tocó rescatarlos de la calle y hasta de sus padres, que me gritaron, y alguna vez, me amenazaron, pero tuve que inventar lo no inventado, tuve que poner en práctica mis conocimientos teatrales y darle un giro, al utilizar el sociodrama, para poder darle salida a la rabia y la frustración, a la impotencia…de todos ellos (olvídenlo los psicólogos no entraron a esas periferias).

Eso hacía yo… 3 veces a la semana daba clases de español, y 3 veces a la semana taller de teatro popular, y ahí encontré mi vocación, tenía a los más rebeldes, a los agresivos, a los conflictivos de cada salón, todo aquel niño o adulto que tuviera características antisociales, me lo enviaban de inmediato al taller de teatro.

Los encontraba faltos de concentración, y perdidos en su mundo, algunos suicidas potenciales con intentos frustrados todos, (depresión, alcohol y drogas, mortal combinación)creían que a nadie le importaban...

¡Pero nos importaban, a nosotros! y todos eran nuestros... durante esas horas, les enseñamos que la palabra y el libre pensamiento, puede más, que somos capaces de cambiar la historia, que deben sobreponerse a las limitaciones.

Buscar las mejores herramientas, y que esas están dentro de nosotros, que son la fuerza de voluntad, la disciplina y la constancia, y que aún cuando ya no estuviéramos a su lado, a donde fueran ellos podían hacer la diferencia.

Así graduamos 6 generaciones… de primaria y de secundaria para adultos, tuve abuelas de mas de 70 años que iban con sus nietos sólo para que les leyeran el examen… porque no tenían anteojos, y porque en su época que una mujer estudiara era pérdida de tiempo.

Alumnas que descubrieron, que enseñar a leer, a otros... las alejó de la prostitución, y les abrió un mundo nuevo, que compartir ese rayo de esperanza, y de conocimiento con otro niño era evitar que cayeran en la trampa de donde ellas mismas habían escapado.

Tuve a los duros de la banda… sobre mis piernas, acurrucados entre mis brazos llorando, porque sus padres nunca estaban… nunca estuvieron para protegerlos, no sabían lo que era un abrazo sincero y desinteresado… sabían golpear, gritar, maldecir, pero no sabían decir ¡te quiero! mucho menos llorar y liberar la carga

Tuve a las niñas violadas y golpeadas que aprendieron a ayudar a otras mujeres maltratadas, aprendieron a pedir ayuda y a dar apoyo y cobijo en los refugios…

Y cuando creyeron, que ellos tenían una vida pobre y complicada... los lleve a la sierra, con los indígenas de los campos de caña, en mitad de la zafra a compartir con ellos, las tortillas de maíz hechas a mano,los frijoles parados, el chile bruto... que saben a gloria, después de horas caminando bajo el sol, sin mas compañía que la de las canciones que ellos venían cantando, esa era otra selva no la de asfalto, era el campo abierto.

Y ahí fuimos a hacer teatro... para ellos, a compartir vida y camino…

Sólo me resta decir que todos aprendieron a pararse frente a un público, a leer en voz alta, a escuchar poesía, a decir lo que pensaban, mientras yo, sentada en el suelo o en la banqueta junto a ellos, los veía... orgullosa, me hablaban de su mundo, de su música, y sonreían... ya era una de ellos, todos habían enseñado a la maestra lo que es vivir, y sobrevivir en la “CALLE”

lunes, 4 de abril de 2011

Fiel Horizonte


Años de tortura inmerecida
Casi desaparecida de mí misma,
Me llevaron a la orilla de este mar,
A contemplarte, fiel horizonte… una vez más

Hoy un pacto nuevo requería
Me quede hasta que llegó la madrugada,
Necesitaba al sol… naciendo por mis ojos,
Necesitaba saber lo que quería

Que aún corría por mi cuerpo
Aquella sangre, roja y tibia...
De los seres que sienten, ríen,
Lloran, y de vez en vez... se enamoran

Había olvidado
Lo que eran las lágrimas,
Lo que era la risa,
Ni siquiera el sueño, me seguía,
Ya.... todo estaba ausente, de mi alma...

Solo aquella áurea luz, podría sanarme,
Entraría a quemarropa, destrozando por fin
Nostalgia negra, melancólica amargura
Y la piel, entumecida, rota y seca…

Al tratar de recordar, hallé cansancio…
Nada quedaba ya de él
Ni siquiera el sabor de su aliento
La suavidad de su pelo, ni un vago aroma

Nada de aquellas manos sin prisa
Despidiendo mi cintura, sin soltarme
Ni la risa, ahogada en media clase de francés…
Después de un beso...

Ni la canción que repetía
Cada tarde, cuando me encontraba a la salida
Nada, yo sólo la nada poseía…

Mi cansado corazón que aún latía
Me dio el valor para soltar,
Mi cuerpo muerto, en pleno mar,

Y en un momento... el pacto nuevo
Al emerger de aquellas olas, el sol nacía
Mi respirar, mi nuevo día…
Volví a nacer, volví a llorar… volví a la vida