
De repente el milagro,
Coincidir en vida.
El alma que me asalta,
Aún desprevenida y guardia abajo...
Son sus ojos, pupilas que desbordan,
Son cangrejos, con tenazas que te enganchan...
Otros sueños, de otras noches y otras vidas
Encontrándonos
Hoy... en el camino,
Encrucijada apenas referida,
Yo no te conozco, solo te veo,
Pero son esos ojos de mar, lo que me ancla
Son faro de luz a la distancia,
Que corta silenciosa lejanía...
Entonces me estrechas,
Como si fueras, el mástil de algún barco,
Y yo... una vela izada contra el viento,
Que saben surcar todos los tiempos...
Me dejas impregnada en una perla,
Sin dudar del por que me has encontrado,
Contra todo pronóstico o destino reservado,
Son tus letras,
O las mías, las de ambos,
Como un choque de estrellas,
En el universo paralelo de los versos,
Coincidencias, no lo creo, lo se de cierto, pertenezco
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRepito mi comentario por un fallo en el sistema:
ResponderEliminarMe parece un bello poema lleno de emoción y de latido vital. ¡Qué feliz debe sentirse su destinatario al leer tan cálidos versos!
Es un hermoso poema, Lily. Escribes hermoso, de verdad. ¡Gracias por escribir!.
ResponderEliminarLili, como siempre me impresiona tu facilidad para expresar pensamientos bellos.
ResponderEliminarUn besote y un abrazo con cariño mi querida amiga.
Lili,
ResponderEliminarLo que se pueda escribir sobre tu manera de escribir poesía, será siempre corta con lo que haces sentir a cada uno de nosotros, es maravilloso este poema. Y como siempre pareciera que existe un lazo invisible entre lo que sucede a mi alrededor y tus poemas, siempre llegan en el mejor momento.
Gracias.
Hola, padrísimas ideas. Saludos.
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