jueves, 19 de abril de 2012

Magdalena

Tímida
A distancia de nuestros cuerpos
Ojos ajenos nos contemplan

Murmuran a lo lejos

Llevo en mí tu cálido aliento
Ellos, te llaman ¡Maestro…!
Yo, te llamo cuando duermo

Necesidad de ti cubriendo mis senos

Los otros, te buscan para comprender
Yo te encuentro, en gemido ahogado

Te contemplo,
lújubre silencio, presagio eterno
Desmayado yaces en mi pecho

Me derramo sobre ti
Río salobre se desborda por mis ojos
No eres mío, ni de ellos … éres

No hay comentarios:

Publicar un comentario