
Eres tú, dulce señor,
Mi eterno y amoroso guía
Contigo no hay agonía
Sintiendo tu amparo santo,
Nada temo, mientras tanto
Eres tú, hermoso señor
Quien me revela entre sueños,
Los secretos siempre eternos,
Que emanan de tu pasión
Amor y misericordia,
Para todo ser humano,
Que abre su corazón
Entonces arrodillado,
Con lágrimas en los ojos,
Te lo pido como un niño
Quiero entregarme en tus brazos,
Cambiando sombras por luz,
Tú contestas tiernamente
¡Yo te recibo, hijo mío,
Voy caminando a tu lado,
Llevando a cuestas tu cruz!
¡Victoria, cantan a coro
Los ángeles en el cielo!
Ya no existe el desconsuelo
Pues llenas mi pensamiento
Con tu preciosa quietud
Por eso es que ahora tú
Sostienes firme mi mano,
Y ya puedo cobijarme,
Suavemente entre tus brazos
Van creciendo nuestros lazos,
Con la grandiosa virtud,
Que brota con gratitud
De cada honesta palabra,
Quien se comparte y te ama,
¡Siempre te encuentra, Jesús!
Es un hermoso testimonio el que nos estás dando a conocer, Dios te bendiga!, que alegría que hayas consolidado tu relación con Cristo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sergio
Hola! Siempre en tu compañía he tenido la oportunidad de encontar bellos mensajes. Este es muy lindo. Gracias por compartirlo. Saludos
ResponderEliminar@rebechoc
Reconocer el Amor a Dios cualesquiera que sea tu fe es un acto de humildad muy bello. Una abrazo afectuoso "Piedra en el camino"
ResponderEliminarLili, te agradezco que compartas estas palabras en particular, la cuales como siempre llegan en un momento especial. Algunas veces olvidamos que el senior siempre esta a nuestro lado y nos perdonara. Siempre estará para confortarnos,
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