A tí

Mustia rosa,
Deshojada te venero,
Por haber sido un día
La más deseada

Caprichosos,
Afanes del amante,
Que impregnada,
En tu perfume me anhelaba

Pálida,
Rosa Abandonada,
En medio de un libro,
Quedas encerrada

Gloriosa promesa de la vida
El último suspiro,
Se que guardaras altiva,
Del alma por amor atormentada

Aquella vez, triste
Entre mis manos te estrujaba
Afán ingenuo, sin librar batallas,
Te llenamos de veneno

¿Quien dijo al hombre,
Que la noche,
Puede imponerse,
Sobre el alba?

Lánguidos los brazos,
Casi desfallecidos,
Ambos, sobre tu ser hicimos,
Juramentos de entrega apasionados

Tú guardaste
Las lágrimas caídas
Cuando al amanecer, sin una más
Nos separamos

Muda, tú no blasfemas,
Solo compartes,
El destino incierto,
Que nos lleva errantes,

Por distintos caminos
Sentencia de los Amantes,
Solos, áridos, locos... delirantes…